Captura del instante efímero


¿Qué importaba la ubicación geográfica? Sus relatos siempre empezaban con una localización y descripción del entorno. Hoy no iba a ser diferente. El entorno transformaba su estado de ánimo, la percepción de las cosas.




De nuevo, volvía a habitar una casa ajena. De nuevo, un lugar nuevo y a la vez conocido. Fotos de personas desconocidas la observaban fijamente desde el instante retratado que nunca más volvería a ser. Sólo identificaba una de las caras de los retratos. Aunque identificarla no le daba demasiadas pistas sobre quien la seguía mirando persistentemente. ¿Quien era esa persona? ¿Qué pensaba? ¿Quién la retrataba? ¿Qué hacía? ¿Refleja el momento que vivía?




Pensó que las fotos plasmaban momentos que ya no eran. Ni siquiera el recuerdo del tiempo impreso en un papel podía hacer revivir el momento vivido. El recuerdo era el recuerdo del instante modificado por nuestra memoria y por otros instantes vividos después.




¿Qué hacía allí? ¿En un entorno desconocido y sola? No tenía ninguna respuesta. Paró de escribir, se levantó y fue hasta la nevera a buscar una de esas cervezas frías que tanto le gustaban. La abrió y dejó que el líquido refrescara su garganta.




Se puso en pie y estiró las piernas.

>>

Comentaris

Entrades populars