La sombra del viento

Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte.
(pág. 10)

[...] El modo más eficaz de hacer inofensivos a los pobres es enseñarles a querer imitar a los ricos. Ése es el veneno con que el capitalismo ciega a...
(pág. 237)

[...] El destino suele estar a la vuelta de la esquina. [...] Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
(pág. 270)

[...] Lo difícil no es ganar dinero sin más. Lo difícil es ganarlo haciendo algo a lo que valga la pena dedicarle la vida.
(pág. 443)

[...] ¿Sabe el loco que está loco? ¿O los locos son los demás, que se empeñan en convencerle de su sinrazón para salvaguardar su existencia de quimeras?
(pág. 527)

[...] El arte de leer se está muriendo muy lentamente, es un ritual íntimo, un libro es un espejo y que sólo podemos encontrar en él lo que ya llevamos dentro, al leer ponemos la mente y el alma, y esos son bienes cada día más escasos.
(pág. 527)

La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón