Gaia. Una ciencia para curar el planeta

"La ética de la ciencia se basa en una apertura fundamental de la mente, una disposición a someter cualquier teoría a un escrutinio analítico y una prueba experimental. (...) No hay lugar para la infalibilidad en la ciencia. (...) La ciencia es seria, pero no sacrosanta, y la ciencia creativa requiere capacidad de asombro y sentido del humor.

(...) Los investigadores se interesan por ideas que a menudo son difíciles de explicar racionalmente, pero que sugieren experimentos. La explicación formal viene después de la inspiración y los experimentos. , algo que rara vez consideran los escritores y científicos, puesto que haría su relato de cuentos mucho más difícil"
(p. 7)

"el veneno no es la sustancia, sino la dosis" Paracelso

(...) Las ciencias más jóvenes tienen una visión más estrecha, reduccionista o "de abajo-arriba", estudiando los detalles y los procesos dentro de sus áreas exclusivas. Reconocen que la vida sobre la Tierra afecta su entorno, (...) pero han perdido la perspectiva amplia de Hutton, que veía la vida y su medio ambiente material como un sistema singular."
(p. 10)

"un árbol real, que nunca se mueve excepto para balancearse en el viento, pero al mismo tiempo conversa constantemente con la luz del sol, el agua y los nutrientes para crecer y cambiar, tan imperceptiblemente que, para mí, el viejo roble sigue igual que cuando yo era un niño."
(p. 12)

"la ciencia verdadera se pregunta cómo funciona el mundo y diseña experimentos sencillos para probar teorías que surgen en la mente; constituye , como su compañero el arte, una actividad creativa, que se desarrolla en silencio."
(p. 15)

"No hacen falta juicios de valor; incluso en nosotros algunas enfermedades conducen a la salud, o nos salvan de consecuencias peores que la misma enfermedad. (...) La casualidad trae consigo el error feliz, que permite que un organismo habite un nuevo nido.

(...) La esencia de vivir verde, de ser un ciudadano de Gaia, no es un puritanismo disciplente. Si podemos vernos como parte de un organismo gigante vivo, e incluso, quizás, como una causa de su indigestión, entonces a lo mejor podamos ser conducidos a vivir dentro de Gaia de una forma decorosa y sana. Incluso pensar de esta forma es un antídoto contra el fatalismo de aceptar la Tierra como algo muerto y la vida simplemente como algo pasajero"
(p. 20)

"Para un químico, el estado de equilibrio está más cercano a la muerte que a la satisfacción, puesto que sólo se alcanza cuando se ha utilizado toda la energía libre. Nada en este planeta está en estado de equilibrio."
(p. 21)

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