Un mal día para una emprendedora
Hoy es uno de esos días en los que desearías no haberte levantado de la cama. Todo, lo mires por donde lo mires, es insalvable. Sí, sí... una positiva como yo que se levanta una y otra vez también tiene días malos. Por cierto, éstos son los días de lo que se aprende.
Mis amigos coachers ya han debido detectar un todo en el texto, yo también. Pero he decidido no filtrar, no censurarme.
A lo que iba, mi día negativo. He estado buscando durante meses, incluso años, mi vocación y la encontré: AYUDAR A LA SOCIEDAD A DESARROLLARSE. Así que me especialicé en sostenibilidad y decidí que ese era un buen filón. Es un campo en auge, las instituciones públicas desarrollan informes y ayudas para incentivar la sostenibilidad en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Así que me parecían ilimitadas las posibilidades que me ofrecía esta vertiente.
Y efectivamente, ilimitado fue. Tan ilimitado que no sabía qué podría interesar a las empresas para contratarme. Así que seguí investigando otras salidas, otros puntos de vista. Al principio pensé en organizar eventos, después me pasé a ayudar emprendedores y, de nuevo, me sentí perdida. Ninguna de mis ideas de negocio se transformaba en la empresa que tanto anhelo.
Un buen día descubrí la Responsabilidad Social Corporativa y, pop!, de nuevo estaba ahí: la sostenibilidad.
¡Ah! Por fin encontraba como dar rienda suelta a lo que había aprendido de sostenibilidad. Mediante la RSC, muchas empresas publican informes de sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corporativa. Es un mercado emergente.
Así que no esperé, desarrollé mi plan de empresa con estudio de mercado incluido Y bien, la hora de la verdad. Todavía no sé cómo vender.
Suerte que he decidido cambiar de tema e irme a poner orden a cosas que tenía pendientes. Así que he conseguido despejarme y ahora a seguir poniéndose en la piel del cliente.
Mis amigos coachers ya han debido detectar un todo en el texto, yo también. Pero he decidido no filtrar, no censurarme.
A lo que iba, mi día negativo. He estado buscando durante meses, incluso años, mi vocación y la encontré: AYUDAR A LA SOCIEDAD A DESARROLLARSE. Así que me especialicé en sostenibilidad y decidí que ese era un buen filón. Es un campo en auge, las instituciones públicas desarrollan informes y ayudas para incentivar la sostenibilidad en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Así que me parecían ilimitadas las posibilidades que me ofrecía esta vertiente.
Y efectivamente, ilimitado fue. Tan ilimitado que no sabía qué podría interesar a las empresas para contratarme. Así que seguí investigando otras salidas, otros puntos de vista. Al principio pensé en organizar eventos, después me pasé a ayudar emprendedores y, de nuevo, me sentí perdida. Ninguna de mis ideas de negocio se transformaba en la empresa que tanto anhelo.
Un buen día descubrí la Responsabilidad Social Corporativa y, pop!, de nuevo estaba ahí: la sostenibilidad.
¡Ah! Por fin encontraba como dar rienda suelta a lo que había aprendido de sostenibilidad. Mediante la RSC, muchas empresas publican informes de sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corporativa. Es un mercado emergente.
Así que no esperé, desarrollé mi plan de empresa con estudio de mercado incluido Y bien, la hora de la verdad. Todavía no sé cómo vender.
Suerte que he decidido cambiar de tema e irme a poner orden a cosas que tenía pendientes. Así que he conseguido despejarme y ahora a seguir poniéndose en la piel del cliente.
Comentaris
He descobert el teu blog a un dels forums de la UOC. I t'he de dir que
estic al.lucinada.
Em fa "por" i alhora feliç veure que hi ha gent tan emprenedora i valenta com tu. Por perquè penso, i jo? Tantes coses que tinc en ment com puc donar un primer pas i caminar si els altres ja ho fan.
I feliç perquè veig que en aquest mon encara queden persones que pensen que les coses es poden canviar. Tothom té dies dolents, fins i tot setmanes i de vegades ni te'n adones que ja fa mesos que no tires, però jo sempre penso, això algun dia canviarà.
Molta sort