Regalo en la tienda de los chinos
Con cara de embobada, en la caja de la tienda de los chinos y con el euro y medio en la mano.
Él la miraba con sus ojos rasgados y afirmando con la cabeza.
- ¿Cómo me vas a regalar?
- Sí, 'legalo'. - Seguía asintiendo con la cabeza con esos movimientos rápidos y nerviosos de los chinos.
Ella se sonrojó y rotunda le tendió el euro y medio:
- Tú, estás aquí para trabajar. No puedes regalarme esto.
Él agachó la cabeza y cogió el dinero con un aire tristón, aunque ella era incapaz de descifrar qué quería decir su gesto. Tampoco era capaz de entender cómo era posible que un chino le estuviera regalando una bolsa que él mismo vendía.
Salió de la tienda dándole vueltas al asunto. ¿Cómo podía ser que le regalara la bolsa? ¿Era una ofensa haber rechazado el regalo?
Pensó en hacer unas galletas y llevárselas al día siguiente. Luego se arrepintió y si eso significaba algo más...
Él la miraba con sus ojos rasgados y afirmando con la cabeza.
- ¿Cómo me vas a regalar?
- Sí, 'legalo'. - Seguía asintiendo con la cabeza con esos movimientos rápidos y nerviosos de los chinos.
Ella se sonrojó y rotunda le tendió el euro y medio:
- Tú, estás aquí para trabajar. No puedes regalarme esto.
Él agachó la cabeza y cogió el dinero con un aire tristón, aunque ella era incapaz de descifrar qué quería decir su gesto. Tampoco era capaz de entender cómo era posible que un chino le estuviera regalando una bolsa que él mismo vendía.
Salió de la tienda dándole vueltas al asunto. ¿Cómo podía ser que le regalara la bolsa? ¿Era una ofensa haber rechazado el regalo?
Pensó en hacer unas galletas y llevárselas al día siguiente. Luego se arrepintió y si eso significaba algo más...
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