Personas buenas y malas

- He estado reflexionando acerca de si existen personas buenas y personas malas.

- ¿Sí, eh?

- Sí.

- ¿Y a qué conclusión has llegado?

- Quizá estés en lo cierto. Quizá existen personas malas o personas que merecen mi odio. Pero elijo no odiarlas, elijo no ver la maldad de las personas, elijo que no me contagien esa maldad.

- Ya, pero esas personas te han hecho o te quieren hacer daño.

- Quizás… pero me gusta pensar en la reciprocidad, me gusta pensar en la física cuántica y en el poder de creación, de transformar las utopías en realidades palpables. Me gusta pensar que recoges lo que siembras y que si siembras amor, recoges amor. Si quieres a las personas tal y como son, recibes amor. No sólo de las personas, sino también de las circunstancias que te rodean y, al final, de la vida que vives. Yo quiero una vida con amor y sólo la entiendo desde la aceptación hacia las otras personas. Si elijo el odio o el rencor para ver a esas personas malvadas, sólo podré obtener daño hacia mí misma. Porque elijo esos sentimientos hacia ellas y eso le proyecto a la vida y eso me devuelve. Así, que elijo el amor, decido obviar todos aquellos sentimientos o acciones que las otras personas eligen y que pueden desviar la vida de amor que quiero y elijo relacionarme desde la aceptación hacia las demás.

- Muy bien, en un plano filosófico está muy bien. Pero, ¿qué haces cuando te hacen daño?

- ¡Ah! Esa es otra pregunta… Tengo que seguir pensando…

- ¿Pensando? ¿Necesitas otra filosofada para argumentar y defender lo que quieres?

- No. En estos momentos, quien necesita otra filosofada eres tú, yo simplemente había aceptado esas asunciones sin haber razonado el motivo, pero si me cuestionas mis principios, me haces salir de mi zona de confort, me haces tomar conciencia de mi diferencia, de la diferencia de enfoques que me permiten ver mi reflejo a los ojos de la otra gente. Es en ese momento, en el que se me cuestiona mi planteamiento inicial - mi imaginario – que debo encontrar una explicación racional que transmito mediante el lenguaje racional todos aquellos sentimientos, intuiciones o percepciones que no puedo transmitir de otra manera.

- ¿Siempre tienes que tener la última palabra?

- Deepak Chopra dice: "Recuerda que el mundo de allí fuera refleja..." y que "el amor no es algo que sientes sino algo en lo que te transformas con otro"
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Comentaris

ha dit…
Si nos dieramos cuenta de que no somos diferentes de animalillos tanta complejidad nos sobraría,

¿El gato es malo cuando caza ratones? Malo para el ratón, bueno para sus crias y el dueño de la casa.

En realidad ni bueno ni malo, simplemente es como es, igual que tú, igual que tu enemigo y que tu amado.

¿Y qué haces? pues como el ratón te escondes o defiendes cuando te atacan, nada más es necesario, cualquier juicio es articial y surge del no aceptar lo que es...
Cris Pérez ha dit…
Cada persona tiene su escala de valores y puede clasificar o no lo que vive.

Si decides clasificar en la escala del bien y del mal a las personas, éstas pueden dañarte o ayudarte.

Si optas por no clasificar o simplemente vivir como el ratón, pueden haber otrxs ratonxs que sí clasifiquen y que cuestionen tu forma de entender o vivir.

La conversación giraba entorno ese choque entre una persona que vivía como el ratón que describes y otra que necesitaba clasificar...
ha dit…
Sí, yo creo simplemente que no existe nadie malo, así de fácil, nadie... Ni siquiera Hitler, equivocados sí, pero no malos.

El gran drama de este mundo de humanos es todo el daño que se hace pensando que se hace lo correcto.
道, correcto o equivocado nos sumiría en otro debate similar al del bien o del mal...

No sé si me quiero meter en ese "fractal"...

Lo que me tiene intrigada es la última pregunta que hacían...

Si alguien te perjudica de algún modo, ¿qué debes hacer?
ha dit…
Bueno, cada caso es diferente, no creo que se pueda dar una respuesta a una pregunta tan genérica ¿no?

En algunos casos esquivarás, en otros te defenderás, en otros aceptarás, en otros negociarás, en otros pondrás la otra mejilla, en otros contraatacarás (en esta última me veo menos).

¿Y como decidir qué hacer en cada caso? Pues va a depender de tus principios y valores personales, supongo...

En mi caso primero intento entender por qué esa persona me ataca, no el por qué evidente, sino su por qué más profundo, normalmente eso me da la respuesta de como proceder y siempre llego a la conclusión de que no me está atacando a mi, yo suelo ser un daño colateral de sus necesidades y apegos.

Eso no resuelve tu pregunta pero te permite despersonalizar la reacción, te permite reaccionar de forma menos irreflexiva o menos cargada emocionalmente.
Me gusta tu respuesta.

Me gusta la idea de coger distancia y considerar que puedo ser un daño colateral de sus necesidades y apegos.

De hecho, es una técnica que se utiliza en Coaching y en la que no había pensado.
ha dit…
A ver si me voy a tener que hacer coach :)

Cuando digo que no existen personas malas, me refiero justo a esto que edcimos. Creo que "la maldad" son los daños colaterales de los apegos y ignorancia de las personas.

Así pues nunca son intencionados, el objetivo no es "dañarte porque sí", es que esa persona para dar respuesta a una pulsión que le domina hace una acción que te acaba dañando,

Eres un efecto colateral a su egoismo o ceguera. Pero no de su maldad.

"Lo malo" si lo definies como lo que te daña, existe. Pero "la maldad" o "el ser malvado", si lo definemos como el que tienen el impulso de dañarte porque sí, gratuitamente, comom el demonio cristiano, sin motivo, no creo que exista.

Va muy en el linea budista en el sentido de que todo mal se atribuye a la ignorancia. En ese sentido me hace sentir más optimista que el concepto de bien y mal cristiano.

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