Pistas

Tirada en una estación de tren equivocada, sólo pensaba en Diógenes el cínico. No le gustaba la agresividad que se le atribuía, pero, a menudo, se preguntaba cómo ser asertiva con gentes que sólo entendían mensajes contundentes como los de Diógenes.

Miró los horarios, faltaban cuarenta minutos para el tren que no la dejaría en destino. Tendría que hacer transbordo cargada con sus mochilas.

Buscó a alguien que pudiera decirle si estaba muy lejos de la estación correcta. Como se había imaginado, debía caminar más de media hora hasta la otra estación. Decidió caminar. Cansada y cargada empezó a descender las escaleras y sin tener demasiado claro hacia donde estaba la otra estación, le preguntó a un tipo que pasaba por la calle.

El tipo parecía malhumorado, canoso, con el pelo largo recogido en una coleta baja y con aliento a alcohol, le indicó la dirección que debía tomar y le dijo que faltaba un buen trozo. La miró de arriba abajo y de forma impulsiva, le dijo que la acercaba. Ella agradecida dudó dos segundos, ¿debía subir al coche de un desconocido con aliento a alcohol?

Se acercó a la puerta del coche y subió. Álex, así se llamaba. Era músico, escritor, recolector de setas e hijo orgulloso de la tierra en la que había nacido. El humor del hombre cambió tras un intercambio de palabras. Su semblante desapareció detrás de una sonrisa de dientes blancos y perfectos.

La dejó en la puerta de la estación y recordó: "Pide y se te dará". Recordó la ley de la reciprocidad que regía su vida, repartía lo mejor de ella y recogía lo mejor de las personas. Debía estar más atenta a las señales si quería continuar el juego. Debía dejar de distraerse.

En la estación, el móvil emitió un aviso de un mensaje. Alguien que recién había conocido le envió un teléfono de contacto: Teresa, vive en Barcelona.

Quizá ese era el siguiente paso. Óscar le había dicho que lo que necesitaba acudiría a su vida...

Llegó a casa y recibió otro mensaje: "Si necesitas hablar, llámame."

Su recién diagnosticado TDAH le daba pistas de lo que no debía hacer.

Nota: Àlex, perdona per escriure en castellà, espero que acceptis la meva opció d'escriure això en aquest idioma que et van imposar durant molts anys.

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