Conspiración en la playa

- Yo no soy uno de los dioses principales. Hay creadores muy respetado, o sea, con prestigio. Yo todavía he de demostrar que valgo para crear algo importante.
- No entiendo nada. Cada vez me sorprendes más. ¿Que has de demostrar qué?
- Pues eso, que soy un creador solvente. Que hago cosas interesantes. Ya sabes a que me refiero, cosas que los demás valoren, respeten, no sé... Cosas capaces de hacer escuela, y conseguir que los demás te sigan.
(p. 33)

- Pero entonces ¿no tenemos un alma inmortal?
- Sí, pero no es una alma individual. Es una alma colectiva. Y esa sí que es inmortal. Pero no veas el alma como algo igual a lo físico pero sin materia, mírala como vuestra forma de organizaros y vivir. Y esa sí que es inmortal porque pervivirá en la memoria.
(p.38)
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Los seres que llenan este universo se hallan organizados en torno a seis grandes centros de decisión, y también existen una veintena de pequeños centros independientes. La Tierra se halla bajo la tutela de uno de los grandes centros de decisión del universo. Este centro decidió, que dado lo atrasado de vuestro desarrollo mental y material valía la pena intentar hacer de vosotros una especie de reserva biológica. Y así funcionáis. Ellos os protegen de agresiones violentas, engaños, impiden que os utilicen como conejillos de indias para ensayos biológicos, no permiten ensayar aquí nuevas armas y cosas por el estilo.
(...)
El inconveniente es que no recibís ni visitas ni nada del exterior.
(p. 56)

Cambiando lo que haces no vas a cambiar lo que eres. Cada uno debe aceptarse como es, y los demás deben esperar.
(p. 57)

Siguen una línea de actuación basada en la no intervención, (...) son respetuosos con vuestras decisiones.
(p. 58)

Este grupo de personas se identifican a sí mismas por su raza, y porque dicen pertenecer al pueblo elegido por Dios. Son judíos. Este grupo de personas no llega al centenar, son conocidos desde muy antiguo como el Priorato de Sión, y son suficientes para sus fines, porque se hallan próximos a todos los núcleos de poder en la Tierra.
(p. 59)

- No suelo ir a domingo los domingos, creo que va mi abuelo. ¿Pero qué tiene que ver eso con lo que te preguntaba antes?
- No me parece mal, pero vigila. Hay muchas clases de organizaciones humanitarias.
No sé si te has dado cuenta pero la Iglesia vende un producto que es una mezcla de tres componentes: una ética natural, una historia de Palestina y un mensaje de fe.
La ética natural contiene mensajes como “no robarás”, “no matarás”, y otros parecidos. Son mensajes en los que no es necesario creer ni hacer nada extraño. No creo que halla nadie que los pueda discutir. Pero sirven de base al resto de mensajes. Son como la base de la pizza. (...) Se pueden usar de base para justificar lo que después se debe justificar en cada momento.
(...) Allí donde no llega la ética natural llegan muchas veces estos relatos históricos para que la Iglesia tome una postura u otra sobre determinado tema. La Iglesia toma postura sobre temas de fe, y también sin que le pregunten sobre todo lo que se mueve sobre la Tierra ¡También decide si la Tierra se mueve o no!
(p. 76)

- Mira, de verdad, creo que es más fácil que el hombre haga lo que deba hacer, olvidándose del premio o castigo futuro. Si va a hacer algo en función del premio futuro más vale que se olvide del premio, ya que ha hallado su recompensa en la misma esperanza del premio.
(p. 95)

Martín García, Juan "Conspiración en la playa"

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